Monday, March 30, 2009

Arpaio Superstar

Joe Arpaio is the Sheriff of Arizona’s Macopa County. He is famous because of his hard-core stand against undocumented immigration. His critics argue that his actions are based on racial profiling. In April 2008, the Mayor of Phoenix, Phil Gordon, requested a Civil Rights Investigation to the Attorney General of the United States. The request is based on “Sheriff Arpaio’s pattern and practice of conduct that includes discriminatory harassment, improper stops, searches, and arrests.” More recently, the U.S. Department of Justice launched a new civil rights investigation of Macopa County Sheriff Office for unconstitutional searches and arrests, and discrimination on citizens based on national origin.

The actions of Arpaio have been firmly documented by the East Valley Tribune in the investigation "Reasonable Doubt." The main argument of the newspaper investigation is that since the Maricopa County Sheriff’s Office (MCSO) started to work as an “immigration agency” in March 2006, there has been slower response times on emergency calls, a dropping arrest rate, and sporadic excessive overtime costs. Moreover, the Goldwater Institute, in a Policy Report (December 2008), concluded that the Sheriff’s Office has failed to fulfill its core mission in the areas of providing law-enforcement, support and detention services. This is, the report finds that “MCSO’s effectiveness has been compromised for the past several years by misplaced priorities that have diverted it from its mission.” The report also details all the trouble that the MCSO is currently going through by giving priority to its immigration enforcement efforts (instead of addressing basic law-enforcement functions): violent crime rates soaring, financial crisis of the office, accumulation of a “huge backlog” of outstanding warrants, costly lawsuits for excessive use of force and inadequate medical services in the MCSO’s detention facilities, “chronically poor record-keeping and reporting of statistics, coupled to resistance to public disclosure,” etc.

In addition to all this mess, Sheriff Arpaio loves public attention. He even has his own TV reality show: Smile ... You're Under Arrest! , which is labeled by FOX as “original, inventive, unique and funny.” Sheriff Arpaio also likes to answer any type of questions from any type of media and he displays an incredible array of arrogance and cynicism whenever his actions are questioned. I mean, you can see that the guy enjoys liberal media like nobody else. In a recent interview in NOW (PBS, March 2009), Arpaio interrupts the interviewer at will, states that he does not care whatever the East Valley Tribune has to say (even if what the newspapers says is based on data from his own office), labels the Goldwater policy report as “garbage,” contradicts himself several times; and, when cornered by the interviewer, he graciously launches phrases like “nothing is ever perfect in law enforcement,” “just take my word for it,” or “I don’t like statistics.”

How come that Arpaio is now a Superstar? The answer has three components. First, Arpaio has been reelected by 55% of the vote in his county in 2008. So, he has the support of the majority in his jurisdiction, he backs his actions on the legitimacy that the popular vote gives to his mandate. Anti-Hispanic/immigrant sentiments by a majority of white (mostly non-Hispanic) population is not an uncommon aspect of Southern border states, indeed, it is an historical fact which started to develop in the region right after Mexico lost the 1848 War. Second, the core of Arpaio’s actions is backed by the Bush administration’s failed efforts to deal with the immigration issue: ICE partnered with MCSO in early 2007 as part of the 287(g) program (named after the section of federal law that created the program). The 287(g) program allows ICE-trained local officers to act as federal agents in terms of enforcing immigration laws. Last, and certainly not least, the usual suspect: the media. As long as Lou Dobbs and Bill O’Reilly keep on praising Arpaio’s crusade or the FOX network keep on supporting his reality show, for example, the stature of this and other characters will keep on growing in terms of popularity.

Good news is that this is America. The Obama administration has the opportunity to show that the president means what he says by putting aside programs like the 287(g) and working with the legislative branch in implementing a comprehensive plan to deal with undocumented immigration at a federal level. Less reality shows and more getting real on the matter. Lawsuits are sending strong signs to other local law enforcement and governmental entities about the financial consequences of diverting scarce resources to tasks that are no priority in their basic law-enforcement commitments. Also, it is good news that there is a relatively well consolidated informal network of news coverage personalities that have proved capable in making their point on the issue: Jorge Ramos, Geraldo Rivera, Maria Hinojosa, Malín Falu, etc. All this, of course, in addition to daily broadcasts by el famoso Piolín de la Mañana and other radio activists across the nation and to the fact that responsible citizens, like Stephen Lemons in his blog Feathered Bastard, have followed closely the doings of el Compadre Arpaio...

Tuesday, March 24, 2009

Todo listo para el debate migratorio: en el nombre del padre, del hijo y del espíritu…

Las señales cada vez son más claras, el regreso del debate migratorio sobre la legalización de inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en los Estados Unidos va en serio y va fuerte. No obstante Obama tiene como treinta mil cosas por hacer, poco a poco va definiendo su agenda al respecto. Y nuevamente lo ha dicho, esta vez en Costa Mesa (California). Obama afirmó que una reforma migratoria comprehensiva (o integral) se debe llevar a cabo y que los Estados Unidos debe recuperar el control de sus fronteras, lo cual suena lógico. Tal parece que en su visita a México a mediados de abril, Obama tiene la firme intención de poner el asunto sobre la mesa, además del problemón del narcotráfico.

El Congreso norteamericano parece que está listo para echar a andar el asunto nuevamente. Pelosi hace declaraciones fuertes contra las redadas del ICE de Napolitano; Gutiérrez sale sonriente por todos lados y en cuanto puede afirma que ya es el momento de que una reforma migratoria se lleve a cabo. En el Senado , la situación no es tan clara todavía. Los líderes pro reforma migratoria comprehensiva, Kennedy y McCain , están delicados de salud. El primero de salud física y el segundo de salud política, ya que le se la pasa criticando a Obama por lo que hace, por lo que no hace y por lo que piensa o no hacer. Esperemos que se nos cure a tiempo el buen McCain y retome el liderazgo positivo al respecto en el Senado. Hablando del ICE, aquí es importante aclarar que la institución no es el estado de Arizona, así que aquí sí/sí se pueden dar órdenes y los subordinados las cumplen… cero pretextos, pues.

La iglesia católica, quizá el actor no gubernamental más importante del proceso, ya empieza con las declaraciones acerca de la necesidad de una reforma migratoria. La participación de la iglesia es indispensable por dos razones: a la hora de las manifestaciones es la única institución que puede garantizar acciones bien coordinadas a nivel nacional y completamente pacíficas. Por otro lado, la clase política en Washington D.C. sí/sí que escucha a la iglesia católica… Los principales sindicatos (AFL-CIO, SIEU) siguen con las ganas de formar parte importante del proceso, vamos a ver si en esta ocasión sí hallan la fórmula para que les hagan caso.

Las organizaciones mexicoamericanas también siguen atentas a ver como se suben al vagón. Ojo, su intervención no es indispensable, pero sí es necesaria, más que nada porque los líderes del Congreso y Senado norteamericano las identifican como interlocutores importantes en el proceso, no obstante su contacto con la realidad migrante rara vez avala dicha distinción. Las organizaciones de inmigrantes juegan un papel importante en las ciudades grandes y pequeñas: sus líderes generalmente se entienden bien con la iglesia y han mostrado ser muy útiles para la coordinación y difusión de las marchas en caso de que éstas se lleven a cabo.

Los medios de comunicación, sobre todo los de habla hispana, juegan el papel más importante en lo referente a la convocatoria directa de los inmigrantes. Durante el 2006, mostraron su eficacia al movilizar directamente a millones de personas a lo largo y ancho del país. Sin la participación de los medios, no se crea momentum, punto.

Aunque hay que tener cuidado: la situación económica en el 2009 no tiene nada que ver con la de 2006. Conforme la crisis económica se profundiza, algunos se cuestionan si en realidad este es el momento para sacar adelante la reforma migratoria; otros se preguntan si los inmigrantes están chupando recursos del estado en materia de educación y salud y/o robando los empleos que los ciudadanos norteamericanos tanto necesitan, etc. Sacar adelante una reforma migratoria comprehensiva conlleva un riesgo político muy elevado: una posible manipulación del mainstream media y/o una fuerte reacción anti inmigrante puede echar por los suelos las iniciativas presidenciales (o incluso una "retirada estratégica" de la iglesia a medio proceso) y mientras son peras o son manzanas, pues los inmigrantes se quedan atrapados en fuego cruzado y serán los culpables hasta del vuelo de las moscas. Por otra parte, Obama sabe que necesita el voto latino para una posible reelección. Si el asunto funciona y se lleva a cabo la reforma, el presidente incrementaría enormemente las posibilidades de una victoria en el 2012, al igual que todos aquellos congresistas y senadores con altas proporciones de votantes hispanos en sus distritos y que hayan apoyado el esfuerzo, independientemente si son republicanos o demócratas.

Vamos a ver qué pasa… en el inter, se antoja un Padre Nuestro.

Friday, March 13, 2009

Mexican State Federations in the U.S.: The Basics

Some researchers tend to make little or no difference at all between Home Town Associations (HTAs) and State Federations (SFs) when addressing the organization of Mexican immigrants in the United States. The only aspect in which they both are similar is that they can be considered transnational organizations. They are “here and there at the same time,” and that’s pretty much it.

A Home State Association (HTA) is a group of immigrants who get together with a common purpose or activity which is highly related to their place or town of origin: they can get together to send money back home to build a road or to rebuild a school or the local church; they can also send money to participate in a 3X1 Program or they can get together to see how they can improve their lives locally, in the host society. The most important characteristic is of a HTA is that all the members of the organization come from the same town. HTAs may or may not be political in their activities.

State Federations generally group several HTAs from the same state in Mexico. Their activity is highly political, even if some of them assert that they do not do politics. A State Federation ideally groups all the HTAs of their respective state, but this does not happen all the time. The natural field of political action of a SF is the relationship between local and state host governments and local and state home governments, plus the Mexican Consulate. Indeed, most State Federations were created under the initiative of the Mexican Consulates during the 1990s and early 2010s; although there are SFs that have existed without the explicit recognition of the Mexican Consulate, however, these are more the exception than the rule.

In some consular circumscriptions there are two State Federations, from the same state in Mexico, officially accredited by the Mexican Consulate. This has led to the local Mexican leadership to point the finger at the face of the Mexican Consulate for trying to divide the community, but it has also led to a relatively sane competition between different SFs from the same state to address in a more efficient way the issues of their constituencies. After almost 20 years of regular existence of SFs in the political arena of Mexican organizations in the U.S., State Federations have become important monopoly-type power brokers between state governments in Mexico and local governments in the U.S., although a high level of dependence and coordination with the Mexican Consulate still is a dominant tone in their actions.

The relationship between SFs and their local constituency generally is characterized by a strong lack of representativeness. Some SFs affirm that they represent all the HTAs of their respective states, and this is not accurate. Some SFs also state that they do represent all the individuals from a single state, whereas most of the individuals have not heard about such federation. It is easier for Mexican immigrants to know about their respective HTA than their respective State Federation. Even worst, there are researchers that report that there are federations that represent all the Mexican State Federations in the U.S. This is not true; as of today, there is not such an organization.

Although there are some aspects in which the relationship between the SFs and their local constituency tends to improve, for good or for bad. If an HTA wants to get resources from the federal government through a 3X1 Program, the HTA must obtain the recommendation of the SF to start the process. No recommendation, no access to the process. This has led the HTAs to rethink their relationship with their respective SFs and has led to the politicization of the process.

Regarding the relationship between the State Federations and their respective home state governments we have an incredible rich field of research on the politicization process of transnational organizations. Some State Federations tend to have a love/hate relationship with their state government (Michoacán, Guerrero, Oaxaca); others act more like a representative trade office of their state (Guanajuato); others struggle to become a real actor to the eyes of their state government (Hidalgo); others are formed based on the Klan rationality of family grouping (Durango); others become a leading role of a mutually beneficial relationship between state government and State Federation (Zacatecas); and others become a little bit of ‘all of the above’ (Jalisco); etc. Here the only sure thing is that a continuous changing political context “here and there” definitely guarantees that a State Federation of a specific state in Mexico will never remain the same in terms of their political activities and status in both sides of the border. They are evolving, all the time.

For the young researcher, the best way to start doing research on the matter (HTAs or SFs or both) is, first, to take a look to the webpage of the Institute of Mexicans Abroad (IME) and gather all the information you can and become familiar with terms, concepts and reports, and the region that you are interested in. Then go to the Mexican Consulate and make an appointment with the representative of the Institute of Mexicans Abroad. Generally he/she will be very helpful in addressing your questions. If this does not work or if you require additional information, my best guess is to contact directly the person in charge of the research and analysis unit at the IME, Elisa Diaz Gras ediazg@sre.gob.mx. An incredibly efficient lady, who shall be able to assist anybody with reasonable research questions.

Friday, March 6, 2009

El sueño americano... ¿de qué hablas Willis?

Hace poco, platicando entre académicos mexicanos, surgió el tema de lo que es o no es el “sueño americano” para los mexicanos que viven en los Estados Unidos. El término fue originalmente acuñado en 1931 por el autor norteamericano James Truslow Adams en su libro The Epic of America. Al respecto, el autor comenta: "The American Dream is that dream of a land in which life should be better and richer and fuller for everyone, with opportunity for each according to ability or achievement... It is not a dream of motor cars and high wages merely, but a dream of social order in which each man and each woman shall be able to attain to the fullest stature of which they are innately capable, and be recognized by others for what they are, regardless of the fortuitous circumstances of birth or position."

Ciertamente entre 1931 y 2009, pues ya llovió, sobre todo en lo relacionado al origen de la inmigración hacia los Estados Unidos: el factor europeo no es tan importante en la actualidad. No obstante, quedan todavía frescos algunos elementos que hacen pensar en la validez de la idea del concepto, mas no del concepto en sí, al menos en su potencial explicativo dentro del terreno de estudios sobre migración mexicana hacia los Estados Unidos. Me explico:

En los tiempos alrededor de la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte de los inmigrantes entraban por Ellis Island y más se tardaban en instalarse que en lo que ya eran ciudadanos americanos y podían votar. El tiempos de la posguerra, conforme la situación política europea se fue componiendo y la economía norteamericana fortaleciendo, el sueño americano servía para identificar de una manera más o menos objetiva a aquellos americanos que se iban consolidando en la clase media, al principio ciudadanos blancos y después (sobre todo después del Civil Rights Movement) ya de todos los colores y sabores. Un buen salario se traducía en uno o dos automóviles, ser dueños de su propia casa, que los hijos de la familia tuviesen acceso a una educación de calidad aceptable, que la familia pudiese tener vacaciones una vez por año y atención médica oportuna, que también tuviese acceso a crédito barato y hasta se podía trabajar por años y años con la confianza que el sistema de pensiones le iba a responder a uno con lo suficiente para vivir una vejez digna y morir con una deuda cercana a cero.

En la actualidad, este tipo de sueño americano se puede dar principalmente entre los ciudadanos norteamericanos o los inmigrantes con sus documentos en regla. El promedio de los inmigrantes mexicanos en los E.U., sobre todo los indocumentados, simple y sencillamente aspiran a una especie de sueño mexicano en los E.U., principalmente por razones estructurales y generalmente como consecuencia directa de los bajos niveles de capital humano del inmigrante promedio. Este sueño mexicano se traduce en tener un mejor nivel de vida a comparación del que tendrían los inmigrantes si se quedasen a vivir en México. Una especie de sueño de costo de oportunidad. Pero también un sueño que generalmente se materializa. De ahí que la inmigración mexicana a los E.U. no haya dado visos de debilitamiento en los últimos 40 años.

Aquí lo interesante es que aparentemente los hijos e hijas promedio de estos inmigrantes mexicanos también aspiran al sueño mexicano en los E.U., independientemente de haber nacido ciudadanos americanos. Bajos niveles de educación también se repiten en la descendencia inmigrante y es impresionante ver que algunas veces los hijos (ciudadanos americanos) aspiran a tener el mismo trabajo que los padres (inmigrantes indocumentados)... En este tipo de situaciones no hay sueño americano que perseguir, ni para los padres ni para los hijos (!). Simplemente es estar en los E.U. para más o menos vivir mejor y sacar adelante a la familia en México, pero de ahí no pasa el asunto. Y si a todo esto le agregamos el factor crisis… pues el sueño americano incluso empieza a alejarse del propio americano promedio.

Regresando al concepto, pues parece ser que el “sueño americano” en realidad reflejó originalmente una apreciación norteamericana sobre la apreciación europea sobre lo que podría ser la vida de una persona al emigrar a los Estados Unidos. En este sentido es una creación europeo-norteamericana que aplica a determinadas circunstancias y contextos históricos de la inmigración hacia los Estados Unidos. La evolución del concepto “norteamericanizó” la idea y se afianzó no unicamente en la idealización de la inmigración hacia los E.U., sino también en una idealización convergente sobre la consolidación de la clase media norteamericana: la idea que en los E.U. cualquier persona puede hacerla en grande (from dishwasher to millionaire in one generation, only in America); una idea muy válida, característica y contemporánea de los E.U., por cierto.

El punto es saber si existe el mismo concepto del sueño alemán para los inmigrantes turcos o el sueño francés para los inmigrantes marroquíes… O igual y ya es tiempo de asesorarle el correcto alcance conceptual al “sueño americano”, y declararlo una idea muy noble, válida y fructífera, pero que se desvanece en su pretendido objetivo de describir la experiencia inmigrante mexicana, sobre todo la indocumentada. En otras palabras, ¿cuál es el verdadero alcance del “dream of social order” al que un inmigrante aspira al emigrar a un nuevo país, si dicha experiencia ciertamente es de orden universal y no únicamente característica de la inmigración hacia los Estados Unidos? ¿Hasta qué grado la legalidad del estatus migratorio (y no únicamente la ciudadanía) juega un orden crucial en la consecución del “sueño americano” del inmigrante mexicano contemporáneo en los Estados Unidos? ¿Mientras se sea indocumentado a lo más que se aspira un mexicano es al “sueño mexicano” en los Estados Unidos?

He ahí otro tema interesante para una tesis doctoral sobre inmigración mexicana en los Estados Unidos. De nada.