Bueno, después de seis años al frente del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), en la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) del gobierno mexicano, Carlos González Gutiérrez se va de Cónsul General a Sacramento y el nuevo Director Ejecutivo es Carlos García de Alba. Tuve el honor de haber colaborado directamente con Carlos González Gutiérrez por algunos meses en la etapa inicial del instituto. A continuación enumero algunas reflexiones que tienen su origen en mi breve paso por el IME.
* ¿Diáspora o población migrante? Al principio yo no estaba muy convencido sobre el titulo de “diáspora” que Carlos le daba a la población migrante mexicana. Un día de plano le pedí que me dijera en qué se basaba para usar la palabra “diáspora” y me remitió a un académico norteamericano que definía a la población migrante de manera elegante y bastante amplia, tan amplia que cabía sin problema alguno el concepto de población migrante en la definición de diáspora. Ahí me quedaron claras dos cosas: que el buen Carlos es un académico de fina cepa y difícilmente da salto sin huarache; y que de todas maneras no estoy de acuerdo con el uso de la palabra “diáspora” en el caso mexicano, ya que generalmente tiene una connotación negativa al involucrar la idea de la intervención del estado (local o extranjero) en el acto de migración masiva de una población. Aunque esto abre un debate muy interesante: ¿hasta qué grado el estado mexicano (ojo, no sólo el gobierno) funge (o no) como responsable pleno de la inmensa población mexicana migrante?
* Formar parte del IME en sus primeros años es una tarea muy satisfactoria, pero también muy ingrata. Satisfactoria porque prácticamente todo es nuevo y hágase lo que se haga, se va de gane. No obstante el IME emana de la idea inicial de Comunidades Mexicanas, el acercamiento del gobierno mexicano al inmigrante adquiere una dimensión sin precedentes al enfocarse en la formación, proliferación y atención hacia los componentes organizados de la población migrante. Si se pudiese definir la esencia del IME en dos palabras, éstas serian: organizaciones mexicanas (en el exterior). Prácticamente todas las labores del IME se enfocan a incrementar y cuidar el contacto del gobierno mexicano con la sección organizada de los mexicanos en el exterior. Es una tarea ingrata porque es un proceso que acaba con varias décadas de ignorancia oficial sobre el desarrollo político de las comunidades mexicanas en el exterior, lo cual provoca que para donde se mueva el IME, pues es criticado por propios y extraños. Que tal o cual cosa no le parece a los miembros del Consejo Consultivo del IME (CCIME), o que tampoco le parece a tal o cual Secretaría de Estado o tal dependencia gubernamental. Que los migrantes o ciertos Cónsules tampoco están a gusto con esto o aquello y aguas con los gobiernos locales, estatales o federal norteamericanos, cero broncas es la consigna. Pero siempre salen broncas por uno u otro lado o por todos los lados al mismo tiempo. Además que los resultados como que no quedan claros junta tras junta del CCIME, así que, a veces, la desesperación y el hastío cunden en el ambiente.
*La educación del gobierno mexicano. Este quizá es uno de los aspectos más interesantes de la experiencia que me tocó vivir como integrante del IME. Algunos oficios de dependencias gubernamentales que se recibían como respuesta a las primeras recomendaciones del CCIME eran de carácter surrealista. Una dependencia a todas luces incompetente en su labor gubernamental, se declaraba justo eso, “incompetente”, para resolver no solo un asunto, sino todos los que se le presentaron en esa ocasión (oficio tras oficio); documentos todos ellos de una exquisita franqueza kafkeana. En otra ocasión, estuve en un foro con funcionarios de la Secretaria de Educación Pública y que le toca al representante de las publicaciones en lenguas indígenas exponer qué era lo que hacían, cómo lo hacían y los detalles de la distribución de sus productos. Al final de su presentación (por demás muy interesante), el funcionario les comenta a los miembros del CCIME presentes que por favor se moderen en sus peticiones sobre libros de texto en lenguas indígenas, porque la dependencia que representaba pues no tenía publicaciones en stock y no podía incrementar el tiraje “así nomás”. Pero estos casos eran más la excepción que la regla. Todos estos contactos poco a poco han ido ayudando al gobierno mexicano a redescubrir y valorar la existencia e importancia del migrante mexicano en ámbitos oficiales. Sobre todo porque el migrante miembro del CCIME generalmente no se deja y le pone el punto a las “íes” sin empacho alguno, esté quien esté en la reunión… y qué bueno que así suceda.
* Continuidad y acumulación de experiencia. Seis años de continuidad en el equipo de trabajo han permitido al instituto acumular experiencia en el manejo de un sinfín de asuntos que ligan a la comunidad migrante mexicana con el gobierno mexicano. A eso me refería cuando escribí dos párrafos arriba eso de “hágase lo que se haga, se va de gane”. La labor en el IME en sus primeros años de existencia es justo la de hacer camino al andar. A veces las cosas salen bien y otras veces las cosas no salen bien (
it’s called “real life”). Lo importante es que en la actualidad la mayor parte del personal del IME (tanto en México como en los consulados) sabe muy bien lo que hace y sigue aprendiendo. El contacto con los migrantes siempre enseña algo nuevo, siempre, día tras día.
* El personal del IME en la SRE. La labor de Cándido Morales al frente del IME es de una importancia sin paralelo. Don Cándido tiene una paciencia impresionante con todas las dinámicas de la institución y una cosa muy interesante también: cuando don Cándido habla, todos escuchan. En más de una junta me tocó ver a don Cándido ser el fiel de la balanza y reenfocar la conversación y el trabajo hacia los objetivos clave. Mis respetos. El personal del IME también mis respetos. Las cargas de trabajo son impresionantes y a veces rayan en lo inhumano. Pero las cosas salen y salen bien (generalmente). Ver tanta subdirectora en acción en las oficinas de México también es material de un libro completo sobre la lógica femenina de cómo hacer bien las cosas en oficinas gubernamentales de escasos recursos y metas diarias casi inalcanzables o morir en el intento. Alguna vez le di un pequeño tour de las oficinas del IME, cuando estaban en Tlatelolco, a una lidereza mexicoamericana de reconocida trayectoria en el medio. Cuando acabé el mini tour, ella se quedó pensativa y después de algunos segundos de silencio me preguntó: “Oye, Gustavo, ¿entonces unas 150 personas en el gobierno mexicano atienden las necesidades de aproximadamente 20 millones de personas de origen mexicano en los Estados Unidos?” Yo no tuve de otra mas que contestar positivamente. Entonces ella me dijo: “Pues una de dos, o es un equipo extremadamente eficiente, o nomás le hacen al puro… héroe.” En lo personal, yo me quedo con el “héroe eficiente” del IME. En otra ocasión, salió a la luz pública el sueldo que ganaba la sobrina del Secretario en turno por ir a un Consulado, medio tiempo, aparentemente a revisar el correo. Hice mi labor de investigación y las cuentas salieron claras: con el sueldo de la nena se podría financiar cursos básicos de inglés a todo el personal del IME-México por el mismo periodo de tiempo. Por un lado, es extremadamente importante que el personal del IME hable inglés; por otro lado, bueno, sin palabras, no hay como ser un buen tío. Finalmente, un reconocimiento a mi amigo Ricardo Guerra, cuyos comentarios a la hora de la comida (en las memorables tertulias en la igual de memorable U. de G.) definitivamente hacían las labores en el IME mucho mas amenas de lo que aparentaban ser. Un abrazo mi Ricardo, donde quiera que estés.
* El portal de internet del IME. En lo personal, como migrante investigador de migrantes, creo que
el portal del IME es uno de los mejores de su categoría en el mundo. Sin exagerar. La información ofrecida es de una calidad difícil de superar y da para escribir artículos periodísticos, académicos y libros al por mayor. Nada más que hay que tener cuidado, y esto va para la mayoría de los investigadores no mexicanos y uno que otro mexicano: la información ofrecida por el IME, ya sea a través de su personal o en su portal electrónico, pues obedece a una lógica de estado, lo cual implica que hay intereses que deben ser protegidos. Y el estado mexicano está muy en su derecho, por cierto. Lo más sano es tratar de tener fuentes alternativas para corroborar lo expresado en las fuentes oficiales. A veces se puede, a veces no, pero nunca sobra la precaución al respecto. Luego uno se halla con cada escrito firmado por “autoridades en la materia” que está como para ponerse a llorar. Y luego otros se la creen y ahí van, citándose los unos a los otros, hasta que alguien señala que el rey en realidad está encuerado… El proceso de rectificación puede durar varios años.
* Finalmente, el futuro. ¿Cuáles son los alcances y consecuencias de las actuales acciones del IME tanto para el migrante como el estado mexicanos? Los alcances explícitos de las acciones del IME son el resultado directo y actual del contacto entre el liderazgo, las secciones organizadas del migrante mexicano y el gobierno mexicano. La parte implícita es menos obvia. Tanto las jornadas informativas, como el cabildeo que se hace a través de las acciones de los miembros (y ex miembros) del CCIME son verdaderas cápsulas de tiempo. En términos generales, el cabildeo sirve para que los líderes se den cuenta de la existencia de otros líderes y sobre las posibilidades de coordinar acciones entre ellos en relación a actores gubernamentales en su país de residencia. Al menos en teoría, sirven para que se conozcan y defiendan juntos en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos. La unión hace la fuerza, sobre todo en un sistema político como el norteamericano. ¿Cómo darse cuenta de los resultados implícitos, que en lo personal creo que son más importantes que los explícitos? Sólo el tiempo y la buena investigación académica lo dirán. En relación al futuro de las instituciones, me aventuro a decir que, bajo un escenario optimista, el IME se convertirá en una Secretaría de Estado y que las organizaciones de mexicanos, por las características propias del sistema político norteamericano, pueden convertirse en el corazón y cerebro de nuevas organizaciones de latinos que tendrán una gran influencia sobre el devenir político norteamericano. Bajo un escenario pesimista, bueno, cualquier cosa puede suceder, en un descuido, al séptimo ex Director Ejecutivo del IME lo envían de embajador a la República de Texas...
Cabe aclarar que estas observaciones son completamente a título personal y que le quedo profundamente agradecido a Carlos González Gutiérrez por su amistad tanto profesional, como académica y personal durante todos estos años. Un saludo también muy afectuoso al personal del IME (tanto en México como en el extranjero) y les deseo buena suerte en esta nueva etapa de su existencia.
And last but not least, sea bienvenido, estimado Embajador Carlos García de Alba.